Los acuerdos internacionales acerca de la gestión de los recursos marinos subrayan la necesidad de alcanzar el desarrollo sostenible de las actividades marinas a través, entre otros, del uso sostenible de sus recursos. Teniendo en cuenta estos antecedentes, la Comisión Europea expresa en el Libro Verde sobre la Política Marítima de la Unión, la necesidad de instaurar una política marítima global destinada al desarrollo de una economía eficiente y ecológicamente sostenible, que estimule el crecimiento y el bienestar social, incluyendo la creación de nuevos y más cualificados puestos de trabajo. Para ello considera que, no sólo es necesario conservar adecuadamente los recursos marinos vivos, sino que es preciso mantener y mejorar el estado del recurso y del propio océano. Todo esto implica un claro paso hacia una gestión basada en los ecosistemas y apoyada en el conocimiento científico. La Directiva marco sobre la estrategia marina establece la necesidad de alcanzar un estado ecológico satisfactorio de los mares promoviendo su utilización sostenible y protegiendo los ecosistemas marinos, ya que el medio marino es un patrimonio valioso que ha de ser protegido, conservado y, cuando sea viable, rehabilitado, con el objeto final de mantener la biodiversidad y preservar el funcionamiento de los ecosistemas marinos.